viernes, 6 de septiembre de 2013

“mama, tu me puedes llenar mi taza de amor con ir a jugar basketball conmigo.”


La semana pasada estuvo un muchacho de 18 años en mi clase…en contra de su voluntad y me lo hizo muy claro.  Estaba en la parte de atrás y no estaba causando ninguna interrupción, así que no fue difícil ignorarlo.  El tópico fue la Taza de Amor.  Hable de cómo nos portamos cuando está vacía y que bien nos sentimos cuando esta llena.  Hable de que nosotros como padres sabemos que amamos a nuestros hijos pero no siempre se sienten amados y por eso es importante preguntarles “Como esta tu tazita de amor?”   Y hable de que la otra cosa que les tenemos que preguntar es: “Hay algo que puedo hacer para llenarte la taza un poquito?”
                                                                                           
Esa clase fue un Miércoles.  El Lunes, me hablo la mama de ese muchacho para decirme lo que había ocurrido el fin de semana.  Me dijo que ella no se había atrevido a preguntarle a su hijo “como esta tu tazita de amor?”, pero que el Domingo, el la sorprendió cuando le dijo, “mama, tu me puedes llenar me taza de amor con ir a jugar basketball conmigo.”  Ella fue estaba muy contenta que fue aunque se lastimo un dedo y ahora le dolía. Ella me dijo que nunca se le hubiera ocurrido que su hijo quería que ella hiciera eso con él. 

Le agradecí por haberme dicho porque muchas veces cuando comparto lo de la taza de amor, las personas creen que eso es para los niños chiquitos.  Pero no.  Es para todos.  Todos queremos ser amados.  Así que, anímate y hazles estas dos preguntas.

1.      Como esta tu tazita de amor?
2.     Hay algo que puedo hacer para llenarte la taza un poquito?

No hay comentarios.:

Publicar un comentario