Sergio Romo y Buster Posey

Hoy di una clase para padres sobre la comunicación.  La idea es que todos queremos saber cómo y poder influenciar a nuestros hijos.  Aparte de que nos gustaría que hicieran lo que queremos, quisiéramos que estén abiertos a nuestros consejos y sugerencias.  El chiste es como hacerle para que no “cierren la puerta”.  En la clase hablamos de todas la estrategias que no funcionan y con las que solo logramos que “cierren la puerta”. Pero aqui mejor hay que enfocarnos en lo que funciona.  

Para saber cómo influenciar a alguien, es bueno recordar que es lo que todos queremos.  A mi manera de ver, hay 3 cosas que todos queremos.  Queremos pertenecer, queremos ser amados y queremos ser entendidos. 

Uno de los grandes secretos de cómo influenciar a alguien, mejor dicho a cualquiera es de enfocarnos en entenderlos.  Esto no es fácil, porque cuando tenemos algo que decir, ya sea, una opinión, o un consejo o sugerencia, no vemos las horas de poder explicarles lo que queremos decir.  Pero acabo de decir que lo que todos queremos es que nos entiendan.  Así que si nosotros estamos enfocados en mandar nuestro mensaje, no estamos enfocados en recibir el mensaje para que ellos se sientan entendidos.  Como los SF Giants acaban de ganar el año pasado voy a usar el beisbol como ejemplo. 

Al querer mandar nuestro mensaje estamos queriendo ser como Sergio Romo, “el pitcher” pero para influenciar a nuestro hijos, tenemos que hacer que se sientan que los entendemos.  Lo que estoy diciendo es que debemos ser mas como el “cátcher”.  Yo sé, es difícil.  Quien quiere estar en culi quillas por horas y en peligro de que una pelota que vine a 90 millas por hora te pegue.

No es fácil guardar tus consejos y sugerencias hasta que hayas captado el mensaje que ellos están mandando y si a veces parecen que tambien vienen a 90 millas por hora. Pero como ya tenemos mucha experiencia con lo que no funciona, hay que intentar otra estrategia. Asi que hay que tratar de ser mas como el catcher y captar el mensaje que nuestros hijos nos estan mandando, primero.  Es un concepto que a veces es difícil de practicar, pero que es bien efectivo.